EXPRESIONES ÚTILES PARA ENTENDER LA ESPAÑA DE HOY (III)

En el marco de la colaboración establecida con la RAE, expongo nuevas acepciones de palabras que contienen “sobre” (lo de vacío o lleno, vendrá luego).

SOBREABUNDANCIA: abundancia de sobres por todas partes

SOBREALIENTO: sobre que sirve de estímulo

SOBREALIMENTAR: llenar hasta los topes el sobre

SOBREBARATO: el sobre que se entrega a quien se vende por poco

SOBREBARRER: querer para sí todos los sobres

SOBREBOTA: analfabeto que recibe sobre por “votar” a alguien determinado

SOBRECAMA: hacerle “la cama” al que recibe los sobres (p. e. grabando la conversación)

SOBRECARGA: véase SOBREALIMENTAR

SOBRECEJO: se dice de aquél que es algo más que SOBREBARATO, pero menos que “sobre”, a secas.

SOBRECELESTIAL: se dice del que contiene billetes de 500 €

SOBRECENAR: véase BAR y CENAS

SOBRECERRADO: aquél cuyo contenido sólo lo conoce quien lo llenó

SOBRECOMIDA: dícese del sobre que se entrega en el transcurso del ágape

SOBRECOPA: dícese del sobre que se entrega mientras se toma la copa

SOBREDOSIS: se aplica a quien recibe demasiados sobres

SOBREDORAR: “dorar la píldora” mediante sobre

SOBREEDIFICAR: sobre que marca el inicio de la burbuja inmobiliaria

SOBREENTENDIDO: aquél sobre que se sabe “de qué va”

SOBREFALDA: sobre destinado a concejala o alcaldesa

SOBREFRENADA: reducción repentina de la frecuencia de envío de sobres

SOBREHERIDO: dícese del que no ha sido abierto  por el destinatario

SOBREHUESO: se aplica a aquél sobre que está destinado a un político reticente

SOBREIMPRESIÓN: situación en la que se encuentra quien, al abrir el sobre, no imaginaba la magnitud de su contenido.

SOBRELECHO: aquél sobre que se entrega en el transcurso de relaciones sexuales extramaritales

SOBRESALIENTE: se aplica a aquél que queda al descubierto en un descuido

SOBRESALIDO: se aplica al individuo que tiene la líbido por las nubes

EXPRESIONES ÚTILES PARA ENTENDER LA ESPAÑA DE HOY (II)

         El diccionario de la Real Academia Española, al inicio de su Diccionario Manual Ilustrado de la Lengua Española, contiene una introducción del siguiente tenor (sic):”…a la vez que añade un considerable caudal de vocablos de uso común, neologismos de carácter técnico, voces del argot más en boga, etc….y las recoge consciente de que puede ser un léxico de fugaz paso por la lengua general. ( a lo que se ve, en algunos casos, el paso no es tan fugaz).

         Como soy consciente de que la labor de la RAE ha de ser tarea de todos, voy a solicitar se estudie la inclusión de las siguientes referencias, en cuanto a honores académicos:

SOBRESALIENTE “CUM FRAUDE”.- Calificación obtenida por aquél individuo cuya carrera; sobre todo política, se ha destacado por las diversas formas de corrupción.

DOCTOR “HORRORIS CAUSA”.- Similar al anterior, pero cuando las actuaciones del individuo “sientan cátedra” y son ejemplo de estudio para nuevas generaciones.

¿INOCENTE, CULPABLE?

         Seguramente estoy chapado a la antigua y, por ello, cada vez que en algún medio de comunicación aparece el nombre de una persona ligado a un asunto turbio, sin haber sido juzgada ni condenada, me pregunto qué fue de aquello de la “presunción de inocencia” según la cual una persona era inocente mientras no se demostrase su culpabilidad. Hoy, sin necesidad de enjuiciamiento, se determina que alguien es culpable y debe empeñarse, tanto en el sentido de esfuerzo como económicamente, en demostrar su inocencia.

         Para agravar la situación, hemos llegado a un punto en el que, por si acaso, todo se graba, se guarda se escucha o se filtra,  en una serie de actuaciones que más bien parecen sacadas de una novela negra ambientada en los tiempos de la guerra fría.

         No podemos seguir así. Conduce a la paranoia de sentir que el que tenemos al lado, sea quien sea, es culpable de algo por el  hecho de que pertenece a un partido, una organización, un equipo de fútbol, etc. simple y llanamente porque hemos escuchado o leído de alguien de similares características que sí lo fue.

         En lugar de dirigir nuestras energías en resolver los graves problemas que nos acucian, cada día, ayudados por este o aquél vocero (o bocazas, diría mejor), anotamos más nombres en ésa interminable lista de sospechosos en la cual “ni son todos los que están, ni están todos los que son”. Hemos llegado, incluso a perder la capacidad de reacción y, con ello, “uno más, no importa”. No hacemos así, ningún favor a los inocentes, en tanto que los que no lo son se sienten protegidos en ése bosque de acusaciones y defensas, en el que se mueven a sus anchas, conscientes de que , entre tanto barullo, siempre existe la posibilidad de un soborno, una pérdida de papeles, la caducidad o la prescripción de las acciones porque no ha habido forma humana de tener presente el tiempo transcurrido desde la comisión del delito.

         ¿No deberíamos enarbolar también aquí la bandera del ¡Basta ya!?

         En una narración que escuché hace muchos años y nunca olvidada, se hacía un símil entre la imposibilidad de reparar totalmente los daños causados por una acusación falsa y la de recoger en un recipiente la cantidad íntegra del líquido que éste contenía, una vez vertido en el suelo.

         El problema de ahora es que no hablamos de un simple jarro. Estamos ante un vertido incontrolado e incontrolable. Salvo que tomemos una decisión.

CONSEJOS ÚTILES

Dadas las actuales circunstancias, parece evidente que hay que cuidar las formas. Lo que antes aparecía como una forma más de relación social hoy adquiere connotaciones que pueden inducir a malas interpretaciones.

         Por ello, se recomienda, a partir de hoy, que la palabra  CENAS se asocie siempre a RESTAURANTE. Caso de no seguir dicha sugerencia, se podría incurrir en el error de confundir una simple CENA en un BAR con una reunión con BARCENAS y, habiendo, como hay, tanta indiscreción, cualquiera sabe en qué iría a parar todo.

         Ya le he dicho a mi cuñado que nada de cenas. Sólo comidas y en un sitio en el que haya televisor retransmitiendo carreras de motos para que el ruido encubra cualquier palabra que pueda ser utilizada en contra nuestra. También le he dicho que elija un sitio así en el caso de que me invite a fabada.