miércoles, 28 de diciembre de 2016

"ESOS"





Es un día cualquiera, en una hora cualquiera del día, en esta Navidad. En la puerta de la iglesia hay varias personas (no pobres, simplemente personas) que solicitan una ayuda, Los hay con aspecto famélico, otros no pueden ocultar el olor del vino que, en envase de cartón, medio ocultan entre los andrajos de su ropa. Alguna de estas personas sostiene en brazos a un niño que tiene, apenas, unos pocos días más que ese Jesús que vamos a adorar en el fantástico Belén que manos cuidadosas y artesanas han colocado, como cada año, en las proximidades.

La gente acude y se acerca. ¡Es tan bonito el Belén!

Nadie hace comparaciones. A nadie se le ocurre pensar en qué sitio pasarán la noche, no solo ésta, los llamados “pobres” o “indigentes”. Tampoco se acercan, nos acercamos, muchos viandantes a ellos. Porque piden, porque su aspecto nos desagrada, porque no huelen bien, porque si nos acercamos mucho, quizá se nos revuelvan las tripas y, cuando vayamos a cenar esa ingente cantidad de alimentos que hemos preparado, que se desborda de la mesa, nuestro apetito se niegue a colaborar y tengamos que devolverlos a la nevera. Algunos, incluso, puede que vayan a parar a la basura.

En estos días, a cualquier hora del día, habrá en cualquier parte de la ciudad, sentado en un bordillo, a la puerta, quizá, del banco que le desahució y cambió su cálido hogar por la fría calle, habrá, digo, otros como los anteriores. No tienen nombre. Ni siquiera número, No cuentan para nada, aunque si nos contaran cómo han llegado a la situación actual, un escalofrío nos recorrería el espinazo, al ver que sus historias no difieren, en algunos aspectos, de las nuestras. Sólo que nosotros tuvimos la suerte de tener un amigo, de encontrar un trabajo, de sentirnos apoyados…

Veremos las colas que se forman a las puertas de cualquier delegación de Cáritas u otra ONG que ofrezca ayuda. Nos molestará que ocupen la acera, que hablen o que fumen o beban. Están allí no por gusto, aunque será inevitable que entre ellos se introduzca alguien que quiere aprovecharse de nuestra “generosidad”. ¡Qué generosidad…si solo damos lo que nos sobra!

Nuestros políticos. Nuestros, porque somos los culpables de que estén donde están y de que actúen como lo hacen, seguirán atentos a cumplir su “programa” en el que, sin duda, tendrán cosas más importantes que hacer que ocuparse de … ¿de quién, si son invisibles? 

Nada importa que haya viviendas vacías, robadas a quienes la desgracia impidió seguir pagando. O haya locales municipales a los que no se les da uso, mientras se pagan alquileres de oro por otros, quizá favoreciendo a algún “amiguete”. En tanto, habrá eso que eufemísticamente se llama “regalos institucionales” pagados, eso sí, con el dinero de los contribuyentes, mientras no encuentran el modo de utilizarlo para paliar el hambre de los otros. Hambre, quizá, no solo de pan y de carne. Hambre de esa Justicia injusta, pero legal, que ataca duramente al que apenas tiene, mientras excusa a las grandes fortunas, a los deportistas de élite, a los políticos que roban…

Y, mientras tanto, no paramos de escuchar o repetir “Feliz Navidad”, cuando “esos” solo tendrán un frio que les cale hasta los huesos y, con suerte, una bolsa de alimentos de nuestro generoso donativo o, tal vez, tan solo los alimentos caducados que han encontrado en un contenedor próximo y que desechamos , simplemente, porque no nos apetecían.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

LA CONCEJALA, LA FILOSOFÍA Y LOS CARACOLES





La lectura de informaciones acerca de las andaduras de nuestra Concejala de Juventud y Protección Animal, Marisol Moreno, me ha llevado a repasar cuestiones filosóficas casi olvidadas, que creo vienen al pelo a la situación actual, habida cuenta de que quienes componen el tripartito que gobierna Alicante se llevan como el perro y el gato
Entre otras cosas, debo reconocer que estaba un poco errado (que no es lo mismo que herrado) a la hora de cuestionar la dualidad del nombre de la Concejalía: Juventud y Animal.
He tenido que releer a Aristóteles para salir del error, puesto que el célebre filósofo, allá por el año 350 a.C ya significaba al hombre (entiéndase ser humano, hombre y mujer) como “animal político “ (extiéndase lo de animal a macho y hembra, mejor que “animal y animala”). Si aceptamos (¿y por qué no?) que el hombre es un animal (racional y bípedo, aunque, al menos uno de estos adjetivos, es cuestionable en multitud de casos) y que en una etapa de la vida es joven, queda claro que el nombre de la Concejalía es adecuado.
Aunque bien cierto es que discrepo de alguna de sus afirmaciones(de Aristóteles), como cuando expone que: “la naturaleza no hace nada en vano y el hombre es el único animal que tiene la palabra”, porque a este párrafo le añadiría, “y sin tener cuatro patas, da muchas coces”
Abundando en el tema, puesto que también dijo que “para vivir en soledad hay que ser animal o dios”, queda claro que hay muchas personas (sobre todo políticos) que se creen dioses y, a lo peor, son, simple y llanamente, animales (y así se comportan). Aunque luego, Nietzsche vendría a decir que hay que ser animal y dios, o sea, filósofo . Bueno ,es una opinión a considerar,aunque habría mucho que hablar del bacalao.
Pero, siguiendo con el tema de los animales. La filosofía budista, según se dice, entiende que “los animales son conscientes sólo del presente, viven sin ninguna preocupación por el futuro”, lo cual, por mi experiencia vital se aproxima mucho al modo de actuar del político, amigo de la solución al momento. Véase, sino, lo que ocurre, sin ir más lejos, con la generación de energía eléctrica mediante tecnología nuclear, en controversia con los medios no contaminantes.
El budismo anima a amar a todos los seres vivos y no solo al ser humano; afirma que no es correcto que arrebatemos la vida de cualquier ser vivo, no hay que abusar de nuestra inteligencia para destruir a los animales.Yo diría, más bien, que no es, precisamente, la inteligencia lo que brilla, porque no tenemos inconveniente en acabar con la pesca, esquilmar los terrenos con agricultura intensiva y cebar a los pollos para que alcancen en cuatro días el desarrollo que, normalmente llevaría un mes.
Evidentemente, tenemos a diario ejemplos de que nuestro amor por los animales es un tanto diferente al que predicaba  Buda ( me atrevo a decir que no le hacemos ni caso) y, quizá por eso, nuestra querida Concejala de Juventud y Protección Animal, que tal vez sea afín a la filosofía budista, no tiene inconveniente en oponerse al Alcalde o a quien sea y actuar en una defensa a ultranza de los animales, con la consecuencia de que los Reyes Magos tendrán que arrinconar para siempre los camellos, Papá Noel utilizará moto, mientras los renos comen plácidamente en su redil y los demás mortales vamos a olvidarnos del arroz con caracoles, porque no hay derecho a que los vendan en los mercados apretujados en bolsas de malla en las que los únicos que pueden sacar la cabeza son los situados en su periferia, mientras los del centro apenas pueden moverse. Aunque ahora que me fijo, esto es lo que ocurre, también,  con algunos partidos políticos.
En fin, para terminar, lo que no sé es qué pasará con el arroz con pollo, el chuletón de Ávila y los cochinillos de Segovia, aunque, como estos últimos están un poco más lejos, puede que no les llegue el afán proteccionista de Doña Marisol.



lunes, 19 de diciembre de 2016

¿QUÉ VAS A HACER EN LA NAVIDAD?





¿Que vas a hacer en la Navidad,
tan solo jugar a la loteria,
o , tal vez, alguna cosa más?

¿Te acordarás del que sufre,
del que nada puede comprar,
del que roba la comida,
o nada te importará ?

Quizá duermas tranquilo.
¿Qué te puede pasar ?
Tienes dinero y amigos,
la casa has pagado ya.
Tu coche, mejor que ninguno;
tu yate es el "no va más"

Para qué preocuparse
por quienes tienen necesidad?