sábado, 6 de mayo de 2017

ÉTICA Y SOCIEDAD



Días atrás unos amigos conversábamos sobre la actual situación social y surgió el tema de la ética. Uno de nosotros afirmaba que la ética debe dejar de ser una “cuestión personal” para pasar a ser una “cuestión social” y dada la imposibilidad (al menos en la situación actual) de encontrar referentes sociales, lo único posible era que los individuos cuyo comportamiento era ético fueran, por decirlo de algún modo, “pegándose” a los que hubiera en su entorno de iguales características y conseguir así formar grupos con comportamiento ético a los que imitar.

El principal problema es llegar a acordar lo que es o no “ético”. Si nos atenemos a definiciones:
“Ética es la disciplina filosófica que estudia el bien y el mal y sus relaciones con la moral y el comportamiento humano”
“Conjunto de costumbres y normas que dirigen o valoran el comportamiento humano en una comunidad”

Las informaciones que recibimos de modo constante sobre el comportamiento de personas que, presuntamente, de manera reiterada han estado actuando como corrompidos o corruptores y han creado opinión en contra, vienen a definir lo que el resto podemos entender como “ético”, que sería “un comportamiento distinto al de ellos”.

El problema se suscita cuando personas que se han definido de tal o cual adscripción política demuestran, presuntamente, con su actitud que aun teniendo bien definidas las normas de comportamiento, a pesar de que existen leyes que no dejan lugar a interpretaciones, “pasan” olímpicamente de ellas y, como se suele decir, “hacen de su capa un sayo”.

El panorama es muy amplio en cuanto a personas que actúan de este modo. ¿Y el daño social que acarrean pueden llevar a otros a imitarles porque “si este lo ha hecho, por qué yo no?”.

En apenas un año 1378 personas han sido enjuiciadas por delitos de corrupción y cada día tenemos noticias de nuevos casos ya sea de corrupción como tal o de evasión de impuestos o capitales. Desde hace años todo el “Clan Pujol” está a la espera de actuaciones judiciales, apellidos como Fabra, Bárcenas, operaciones como Púnica, Gurtel, Campeón y otros,también. Apellidos como Barden, Neymar, Messi…aparecen como presuntos defraudadores

Hay, en fin, una amplia gama de personas que, siendo referentes para otros, ofrecen una imagen totalmente opuesta a lo que se podría considerar como “ético”

¿Significa eso, como decía uno de mis amigos, “que la sociedad no tiene solución”?

Si nos remontamos a filósofos antiguos podemos ver que los males de su sociedad vienen a ser los males de la nuestra. Personalmente no tenemos capacidad para influir en el cambio de la sociedad, pero eso no significa que no debamos intentarlo. Si somos incapaces de soñar con la utopía de una sociedad perfecta renunciamos a valores que sí lo son, aunque sean limitados sus poseedores. ¿Debemos renunciar al amor, la amistad, la comunicación, la solidaridad, la honradez…solo por el hecho de que estemos rodeados por quienes no los hacen suyos?

Podemos elegir entre ser fieles a nosotros mismos y desechar las conductas destructivas o dejarnos llevar por esa sociedad que solo admite la riqueza, sea cual sea; el poder, a costa de lo que sea; el desarrollo, aunque destruya la Naturaleza; la expansión, a costa de expulsar a otros…

Allá cada cual con su conciencia

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